Sigo a un gato laminado, mitad payaso mitad farandulero, que me conduce hasta la única salida que tiene este callejón de ensueño…
..El Almacén, donde los días perdidos son los ganados. Donde se regalan risas, parches y disfraces para los niños tristes, que nunca dejan de serlo aunque cumplan muchos años.
Me sale al paso el niño amarillo,callado y tímido, botando una pelota de tiza, con la que escribe en Código Morse historias que nadie leerá jamás, mientras colecciona frases que subraya en los libros.
Aquí estamos de nuevo todos esos "yos"que me completan o me enajenan.
Desde esta reserva apache donde pastan mis pensamientos más salvajes con los más tiernos y apacibles os comunico que...
...El Almacén de los Días Perdidos vuelve abrir hasta el amanecer ¡Bienvenidos!