No le tengo cariño a este 2014 que está a punto de dejarnos. He visto de nuevo cosas que nunca imaginé que volvería a ver.
Somos el segundo país de Europaen riesgo de exclusión social en niños y jóvenes. Estos últimos con una tasa de desempleo que supera el 50%
Hoy mismo se ha presentado el informe de FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada) elaborado por encargo de la organización católicaCáritas). Leedlo. Es demoledor.
He visto contratos por días, salarios de miseria, despido de trabajadores con todos sus derechos, para contratar a otros en precario, con la complacencia de este gobierno que premia a los empresarios más cutres con exenciones fiscales.
He visto como se desprecia el talento de una generación de jóvenesmuy preparados, a los que no les queda otra que una emigración forzosa. Somos el segundo país de Europaen riesgo de exclusión social en niños y jóvenes. Estos últimos con una tasa de desempleo que supera el 50%
Hoy mismo se ha presentado el informe de FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada) elaborado por encargo de la organización católicaCáritas). Leedlo. Es demoledor.
Europa está caduca, chochea tratando de salvar un capitalismo rancio que ya no nos sirve.
Si abrimos el abanico hacia el resto del mundo no es más esperanzador.Lo crímenes de inocentes que genera el fanatismo religioso y nacionalista, el conflicto Árabe–Israelí enquistado, la violencia contra las mujeres, la prostitución infantil, la violencia endémica e irracional de América Latina... El abandono de África…
Estamos además cargándonos el ecosistema.
Nuestro Planeta ya no puede más. Tenemos un planeta finito para abastecer nuestro estúpido consumismo infinito. Es de locos, porque no tenemos otro de recambio.
Estamos además cargándonos el ecosistema.
Nuestro Planeta ya no puede más. Tenemos un planeta finito para abastecer nuestro estúpido consumismo infinito. Es de locos, porque no tenemos otro de recambio.
Está claro que necesitamos un cambio.
Bienvenido 2015
No soy optimista, pero sí positiva, soñadora y todavía me queda algo de esperanza.Ya somos muchas las personas que nos planteamos otra forma de vida donde prime la colaboración, la participación, el intercambio y la solidaridad, que nola caridad.
Las redes sociales hierven de propuestas regeneradoras y creativas.
Surgen nuevas maneras de hacer política, y no deberíamos quedarnos al margen, porque ha quedado claro que un sistema basado sólo en valoreseconómicos y mercantiles causa mucho dolor, nos lleva a la aniquilación y sólo beneficia a unos pocos.
Así que he sacado a mi diva del cajón de la cocina con un brindis y un deseo: que 2015 sea el año de ese cambio que necesitamos.
Tal vez no consigamos todo lo que soñamos, pero intentarlo es más esperanzador y revolucionario que rendirnos o resignarnos. Y mucho más divertido.
¡Feliz 2015, amigos!